Así lo afirmó el periodista argentino Jorge Lanata, durante el Foro Internacional de Periodismo que se realizó ayer en la UCV, como parte de la celebración del día de los comunicadores.
“Cuando lo malo se vuelve cotidiano estamos perdidos. Los periodistas estamos para ser críticos. No servimos como funcionarios públicos. Para eso lo mejor es jubilarse. Es como la corrupción comparada con un aire acondicionado. Comienza haciendo mucho ruido pero luego ya no se escucha porque nos acostumbramos a ella”, afirmó.
Considera indigno forzar los hechos para complacer a otro. Reiteró con convicción que el periodista debe contar los hechos independientemente de la persona que sea favorecida o no. “Deben respetarse los acontecimientos y no debe sesgarse con interpretaciones”.
Reiteró la necesidad de que el periodista escriba bien, sea sensible ante los acontecimientos y sea un gran lector.
Enemigo innecesario
Lanata lamentó que algunos gobiernos de América Latina insistan en ver a la prensa como un ejército enemigo y no como un contralor de los hechos y de la verdad.
“Los gobiernos que nos ven como enemigos son los que se creen dueños de la razón. Y aclaro no me siento enemigo de nadie, además que no imagino el periodismo como un ejército porque no lo es”, afirmó.
Indicó que en la guerra de propaganda es viable trabajar de forma militar, pero considera que las realidades de los países latinos no lo ameritan.
“No estamos en guerra. Proteger información para una supuesta seguridad de la nación no tiene sentido porque la gente necesita y tiene el derecho de saber qué está pasando. Los periodistas no somos partidos políticos. No tenemos preguntas sino que pedimos respuestas”.
Agregó que no importa cuánto se quiera desvirtuar una información, porque a al final los hechos hablan por sí solos.
El periodista argentino considera un error que un medio de comunicación responda con propaganda a un gobierno que lo arremete de la misma forma, porque le da razón al agresor.
Lanata fundó el diario Página 12 y de la revista Veintiuno. Ha sido ancla de radio y se desempeña como conductor del programa de televisión Después de Todo.