domingo, 27 de septiembre de 2009

Sistema contradictorio

Desde pequeños nos inculcan que estudiar y ser profesional nos asegurará el éxito en la vida. Nos creemos el cuento, y el día que lanzamos el birrete y abrazamos el título, chocamos con un sistema social rígido.
El campo laboral está saturado. Conseguir un empleo donde te paguen por la valía de tu trabajo es difícil. En todos te exigen mucho y te pagan poco. La mayoría de los casos aceptamos lo que venga, como una forma de obtener ingresos, mientras esperamos conseguir algo mejor. Quien opine lo contrario, cuente su historia.
Es común que personas renuncien a sus trabajos por 100 bolívares más, o que hagan actividades adicionales. Nos volvemos pulpos y toderos.
Somos una especie de actores. Nos disfrazamos varias veces en el día y asumimos personajes diferentes de acuerdo con la ocasión: En la mañana somos el empleado de flux y corbata. A mediodía el comerciante, porque quizá vendes cosas en tu oficina, y en la tarde, taxista. Conozco a varios que son instructores de gimnasio, profesores o que ayudan a algún familiar en un negocio. Y todavía con todo lo que hacen no les alcanza para cubrir sus gastos. Vivimos agotados y estresados.
El problema va más allá. Somos parte de un sistema equivocado. Cuando somos niños nos imaginamos que de adultos tendremos un vehículo y vivienda propia, una familia, nos vemos viajando y teniendo una vida plena.
¿Quiénes de los que leen estas líneas puede ahorrar, hace maromas para duplicar el dinero, o tiene carro propio sin que le haya ayudado su papá?
Si tienes un currículo inmenso, has realizado numerosos cursos, posgrados y estudios adicionales te felicito. Has hecho algo por ti y por sentirte mejor. Un gran logro personal. Pero eso no te ayudará a que el jefe te aumente el sueldo. Y ni se te ocurra ponerte cómico, porque estás botado. Muchas personas están dispuestas a hacer tus labores y más por la misma ganancia e incluso menos.
Podemos escribir un sin fin de líneas sobre el tema. Sin embargo, hoy te pregunto qué estás haciendo para cambiar tu vida. Para construir tu futuro y disfrutar tu vejez con calidad.

2 comentarios:

Humberto Sánchez Amaya dijo...

Hey Beli, has plasmado mis pensamientos de las últimas semanas en estas líneas..... No hay nada más que agregar..... Bueno, sólo una anécdota. Mi mamá me cuenta que para el apartamento que compró cuando se casó con mi papá, dio la inicial con el dinero acumulado en la Caja de Ahorros durante sus tres primeros años de trabajo en el banco en 1981.... ¡¡¡¡El dinero de tres años de la Caja de Ahorros le sirvió para dar una inicial!!!!!

Belibert Ramírez Martínez dijo...

Es un pensamiento global. Hay que hacer algo. Un beso