jueves, 11 de agosto de 2011

Mensaje discriminatorio

La inseguridad ha tocado la mayoría de las casas de los venezolanos. Cada día aumentan las víctimas de atracos, robos y asesinatos. La vida no vale en Venezuela. Hasta por no tener dinero en efectivo puedes resultar muerto.
El problema es complejo. Hacen falta más planes de masificación educativa, las familias están más disgregadas lo que suscita la falta de valores, hay desempleo, alto costo de la vida y hay que agregar el lenguaje de violencia y de división que ha promovido el Gobierno nacional.
Los transportistas realizaron un paro hoy para exigir seguridad, el pago retrasado en el subsidio del pasaje preferencial estudiantil y denunciar la invasión de autobuses del Gobierno en sus rutas a precios más económicos.
La respuesta del Gobierno luego de sentarse con ellos y acordar la instalación de mesas de diálogo a partir de mañana, fue sectaria, política y divisionista.
Francisco Garcés, ministro de Transporte y Comunicaciones, afirmó que su despacho se reunirá con los sectores que considera serios y con los que "respaldan el proceso". Atrás no se quedó el ministro de Interior y Justicia, Tareck el Aissami quien calificó el paro de guarimbero y de desestabilizador. Inclusive, dijo alegrarse porque el paro convocado había, según él, fracasado.
Yo me pregunto: ¿Será que los robos a camionetas, los asesinatos a pasajeros de transporte público, choferes y colectores solo afecta a una parte de la población? Ninguno de los que lee estas líneas no ha tenido algún familiar que haya sido víctima del hampa o que mientras maneja le tocan la ventana para que entregue su celular o una prenda?
Esas declaraciones dejaron claro que resolver el incremento de la delincuencia en el país no es prioridad para el Ejecutivo. No se trata de criminalizar la protesta ni de atender solo a un grupo. Entiendan que esto es incumbencia de TODOS. Además que durante la protesta, fueron detenidos cinco transportistas que intentaban trancar la avenida Urdaneta. No solo fueron privados de su libertad por nueve horas, sino que fueron golpeados y agredidos verbalmente.
A los ministros debería darles vergüenza que un grupo tenga que trancar calles, avenidas y autopistas para reclamarles que hagan su trabajo. Peor aún, que ellos tengan que sacar la fuerza a la calle para reprimirlos porque exigan sus derechos.
Solo el año pasado en el país hubo 16.000 homicidios de acuerdo con cálculos del Observatorio Venezolano de Violencia. Este año proyecta que terminará en 19.000.
Pareciera que desde el Gobierno todo se hace por hacer y no con el estudio que requiere cada caso. Hace falta voluntad, porque no se come ni se vive con ideología. Los problemas del país no pueden seguirse sosteniendo con falsas promesas.
Venezuela es un país de oportunidades. Yo las sigo viendo en cada joven que busca ser mejor, en crecer y en prosperar aquí con su familia. No nos quedemos callados. Denunciemos por las vías que sea posible las violaciones de nuestros derechos ciudadanos y humanos. Este territorio nos pertenece, no nos lo dejemos quitar

No hay comentarios: