martes, 9 de agosto de 2011

Una ciudad trancada

Federaciones de transportistas informaron hoy que cerrarán el jueves la ciudad para reclamar al Gobierno nacional el incremento de la inseguridad, el retraso en el pago del subsidio del pasaje preferencial estudiantil y denunciar la invasión de rutas por los consejos comunales y Pdvsa.
Solo en Caracas, han sido asesinados 60 choferes en lo que va de año. En esta cifra están incluidos los autobuseros, jeepseros, taxistas y mototaxistas que han muerto mientras realizan sus trabajos.
Lamentablemente en los barrios se ha hecho costumbre que los delincuentes secuestren las unidades de transporte para cometer sus fechorías y luego acatan al conductor.
La imagen es de una protesta que hubo la semana pasada en Antímano por el asesinato de un chofer esa madrugada. Tres delincuentes lo robaron y al resistirse recibió tres disparos.
Cada vez es más notable la pérdida de valores y de educación en nuestra sociedad. Nos estamos acostumbrando a las protestas, a la mala calidad en los productos y servicios y a la inseguridad.
Ahora antes de salir de la casa, no solo vale persinarse y encomendarse a Dios, sino que hay que revisar las noticias para ver qué vías estarán cerradas por personas que hacen diversos reclamos.
El Gobierno se ha vuelto tan sordo que la gente ha tenido que recurrir con más frecuencia a trancar autopistas, calles y avenidas para llamar su atención frente a los problemas. Esto es una muestra de la corrupción y burocracia que abunda en las instituciones públicas.
Es urgente la aplicación de políticas que mejoren la calidad de vida de los venezolanos. Todos los días nos encontramos con un problema peor que el otro y pareciera que no hay nada que contribuya a subir el ánimo al respecto.
El jueves serán los transportistas. Le seguirán los maestros, buhoneros y otros para pedir a las autoridades que cumplan con su trabajo. Penoso y terrible.
Una situación similar se vive en las cárceles venezolanas. Pero ese tema merece un texto aparte.

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